El dolor todavía sigue siendo un misterio para muchos estudiosos, algunas personas llegar a desarrollar respuestas de dolor muy diferentes a partir de una lesión similiar.
Es extraño que algunas personas, a pesar de que su herida física ha sanado, siguen con dolor años después. Mientras que otros se recuperan completamente y parecen olvidar lo sufrido.
Una reciente investigación llevada a cabo en los Estados Unidos ha arrojado más luz sobre este dilema. Según parece las emociones de cada persona son un fuerte punto que determina si esta tendrá probabilidades de sufrir dolor crónico.
El grupo de estudio fueron individuos que habían sufrido lesión en la espalda y se utilizaron escáneres cerebrales para estudiar su respuesta al dolor.
Algo interesante que hayaron es que el cerebro procesa en dos áreas las respuestas al dolor: corteza frontal y núcleo accumbens. Además la respuesta emocional a la lesión es disntinta en cada individuo.
Estas dos regiones del cerebro se encaragan de las emociones y de la motivación. Los análisis demostraron que mientrás más comunicación existen entre estas dos regiones, también es mayor el dolor crónico que pueden desarrollar las personas.
De manera que este descubrimiento sirvió para predecir qué individuos sentirián más dolor crónico. Así el dolor está relacionado con aspectos combinados: la lesión y el estado emocional del cerebro.
En Estados Unidos el dolor crónico es uno de los trastornos más caros para el sistema de salud. Según cifras este trastorno afecta a entre 30 a 40 millones de personas, con un costo del tratamiento de US$600.000 millones anuales. Siendo el dolor de espalda uno de los trastornos más comunes en todo el mundo.
Es probable que en algunos individuos estas áreas cerebrales estén más activas, además de influencias genéticas y del ambiente que predisponen al cerebro a reponder de determinada manera.
Según los investigadores, mientras mayor es la respuesta emocional del cerebro ante la lesión, más probabilidades habían de que el dolor continuara luego de que la herida sanara.
Se espera que estos hallazgos permitan desarrollar nuevos enfoques para tratar el dolor como consecuencia de alguna lesión.