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El colesterol bueno y sus incógnitas

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El colesterol bueno

Son bien conocidas las correlaciones existentes entre unos altos niveles de colesterol y un mayor riesgo cardiovascular. Pero es preciso distinguir entre los diferentes tipos de colesterol y las implicaciones de cada uno con aspectos específicos de la salud.

De este modo, unos elevados niveles de colesterol LDL («colesterol malo») se relacionan con un mayor riesgo cardiovascular, mientras que unos niveles elevados de colesterol HDL («colesterol bueno») se relacionan con un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Dudas sobre el colesterol bueno a raíz de nuevos estudios

Las primeras dudas al respecto de los efectos del colesterol sobre la salud, constataron que el colesterol presente en los alimentos no tenía especial relevancia a la hora de aumentar el colesterol sanguíneo y, por tanto, el riesgo cardiovascular.

En cuanto al colesterol bueno, ya surgieron los primeros matices sobre la «bondad» del colesterol HDL a raíz de estudios sobre casos de mutaciones en los receptores de las partículas HDL, en los que los niveles elevados de colesterol bueno podían, incluso, aumentar el riesgo cardiovascular.

Las dudas definitivas han surgido gracias a un nuevo estudio en el que se analiza la evolución de una amplia población y las correlaciones entre los niveles de colesterol HDL y diferentes aspectos relacionados con la salud. De este modo, unos niveles bajos de colesterol HDL se asocian con factores como presentar un bajo nivel de ingresos, unos hábitos de vida poco saludables, la existencia de otros factores de riesgo cardiovascular y otros problemas médicos.

Los individuos estudiados que mostraban unos niveles bajos de colesterol HDL (o muy elevados) presentaron una mayor mortalidad por patologías cardiovasculares y también por cáncer y otras causas de salud.

Puede que sean los factores asociados a los bajos niveles de colesterol HDL (los hábitos poco saludables, etc.) los que causan problemas de salud y no los niveles bajos del colesterol bueno, en sí mismos. Este estudio añade dudas sobre la conveniencia de señalar al colesterol bueno o HDL como factor de riesgo cardiovascular específico, por su compleja relación con otros parámetros de salud. Los futuros estudios sobre el colesterol HDL nos tienen que sacar de dudas. Y mientras, lo que sí es sin duda beneficioso es tener unos hábitos más saludables: una dieta variada rica en alimentos frescos poco refinados, actividad física regular y unos buenos hábitos de descanso.