Cuando hablamos de enfermedades cardiovasculares, tenemos que dedicarle un capítulo importante al colesterol. Es una sustancia grasa que está presente en nuestro organismo de forma natural, pero también lo podemos adquirir al consumir determinados alimentos. Tiene algunas funciones claves, ya que forma parte de las membranas celulares, contribuye a la formación de hormonas como los estrógenos o la progesterona, participa en la formación de ácidos biliares, que son necesarios en la digestión de las grasas, o ayuda a sintetizar la vitamina D.
Así, cuando nos realizan un análisis de sangre y nos dicen que tenemos el colesterol alto, lo que se denomina hipercolesterolemia, nuestros niveles de colesterol total en sangre son superiores a 200 mg/dl. Eso sí, hay que diferenciar entre el colesterol LDL, que es el que se asienta en las paredes de las arterias, pudiendo provocar su obstrucción, y el colesterol HDL, que ayuda a las arterias a liberarse del primero.
La hipercolesterolemia puede provocar enfermedades cardiovasculares, que según la Organización Mundial de la Salud, son la principal causa de muerte en todo el mundo. Por lo tanto, cuando nuestro colesterol es elevado, lo mejor es pedir consejo a nuestro médico para que nos dé pautas para regularlo.
Así, ¿cómo podemos prevenir futuras enfermedades cuando tenemos el colesterol alto?:
- El sobrepeso es un factor de riesgo que influye en la aparición de la hipercolesterolemia, así que hay que mantener un peso adecuado.
- Una dieta equilibrada es la más adecuada para regular los niveles de colesterol: consume más frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, carnes blancas y pescado y disminuye el consumo de carnes rojas, embutidos y bollería.
- El ejercicio físico es fundamental a la hora de regular los niveles de colesterol. Realiza actividades aeróbicas como caminar, nadar, correr o andar en bicicleta.
Recuerda que, llegados a cierta edad hay que revisar el colesterol con más regularidad. Lo mantendrás en niveles adecuados con hábitos de vida saludables.