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Beneficios del deporte si padeces bronquitis o diabetes

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Beneficios del deporte

Tanto diabéticos, como personas con desarreglos cardíacos, o aquellos que sufren de asma o problemas circulatorios en las piernas, pueden obtener mejor calidad de vida practicando deportes -con disciplina y regulación- una variada gama de ejercicios que contribuirán a crearles una vida mejor. A continuación veremos los beneficios del deporte para quienes padecen bronquitis y diabetes:

Deportes para quienes padecen bronquitis

– Todos aquellos deportes que implican esfuerzos rápidos, violentos y hasta explosivos (como la carrera sprint, por ejemplo), y que se desarrollan habitualmente en ambientes cerrados y poco ventilados -el tenis cubierto, el baloncesto, el pádel- no son aconsejables para quienes padecen esta afección.

Beneficios del deporte

– En cambio, sí pueden apostar a la marcha, disciplinada de tal forma que vaya dosificándose en el curso de tres semanas, desde los 15 minutos hasta casi los tres cuartos de hora. No se exceda de este tiempo, eso sí.

– Otros deportes actúan sobre la actividad respiratoria, y la aumentan y mejoran. La natación y las prácticas aeróbicas estimulan el intercambio gaseoso.

– Contrariamente a lo que se podría suponer, no son desaconsejables los deportes practicados en la alta montaña, como el esquí; es que, más allá de los 1.000 metros de altura, el oxígeno es absolutamente limpio, y a pesar del esfuerzo que demandan, el entorno climático puede provocar verdaderos beneficios para quienes padecen bronquitis crónica.

Deportes para diabéticos

El ejercicio continúo y constante como la natación, las caminatas, el simple hecho de correr y el ciclismo, favorece la absorción de azúcar, transformándose este proceso en energía para la contracción muscular, reduciendo la posibilidad de hipoglucemia (bajo contenido de azúcar en el organismo).

Así, se reducen las dosis de insulina -para los pacientes insulinodependientes- y ayuda a los que no lo son a utilizar mejor los azúcares, regular los valores de glucemia y favorecer el buen estado físico. Con el ejercicio también se evitan trastornos asociados a la enfermedad, como la obesidad, los problemas arteriales y cardiovasculares. Al mejorar la circulación y la oxigenación de los tejidos, se reduce el riesgo de arterioesclerosis.