Según un informe sobre los efectos de la depresión en los lugares de trabajo, una de cada diez personas en Europa se ha ausentado a su trabajo por dicha enfermedad.
Lo sorprendente es que a pesar del tamaño del problema, solo uno de cada tres empleadores dice contar con un sistema de apoyo o de recursos para fortalecer a los empleados afectados.
El estudio que se llevó a cabo en siete paises de Europa con más de 7,000 personas, reveló que es necesario esforzarse más para mejorar las medidas y la legislación para enfrentar la amenaza de la depresión.
El sondeo determinó que el 20% de los encuestados ya había recibido un diagnóstico formal de depresión en algún momento de la vida.
Los resultados son importantes ya que muestran que es imprescindible incrementar la concienciación y apoyar a los empleados y empleadores a reconocer y manejar adecuadamente la depresión en los ambientes laborales.
Un estudio llevado a cabo en 2010 calculó que el costo de la depresión en la Unión Europea, era de 118 millones de dólares, sobretodo por pérdida en la productividad por ausencia o bajo rendimiento.
La depresión en el trabajo es un desafío laboral y social que causa daños graves y requiere que se le preste más atención y acción en la Unión Europea.
Entre los avances obtenidos están que ahora se habla más abiertamente sobre la depresión y ansiedad y ambas son bastante reconocidas. Ahora los médicos generales son más receptivos.