
La naranja además de tener un agradable sabor ácido-dulce, nos aporta un sinfín de beneficios para nuestra salud. Gracias a que contiene, entre otras cosas, 170 fitoquímicos (sustancias que tienen propiedades farmacológicas) la naranja puede ser empleada para combatir muchos males, entre ellos:
1. Problemas intestinales: por la cantidad de vitamina C que contiene ayuda a la eliminación de las bacterias intestinales tóxicas, favoreciendo de esta manera la recuperación de la flora intestinal positiva.
Además tiene un suave efecto laxante (por la cantidad de fibra y magnesio que contiene) mejorando así los movimientos peristálticos de los intestinos (movimiento natural que realiza el intestino en la digestión), convirtiéndose en un buen aliado contra el estreñimiento.
La mejor manera de obtener estos resultados es colocando 2 cucharadas de avena en un recipiente con el jugo de una naranja, dejar reposar por 5 minutos y consumir preferentemente con el desayuno.
2. Afecciones a las vías urinarias: por su suave efecto diurético y su riqueza en ácido ascórbico la naranja tiene un efecto desinfectante sobre las vías urinarias. Ayudando de esta manera en las infecciones crónicas de las mismas.
Al mismo tiempo puede llegar a cambiar el pH de la orina creando así un terreno no adecuado para la proliferación de bacterias dañinas.
3. Dolor de cabeza: la naranja puede ser útil en algunos casos de dolores de cabeza sobre todo cuando éstos son causados por exceso de toxinas en el organismo. Ya que favorece los procesos depurativos y desintoxicantes del cuerpo.
4. Hígado graso: la naranja es excelente para el hígado graso, ya que ayuda al vaciamiento biliar, limpiando es esta manera el hígado del exceso de grasa.
Es recomendable hacer una cura de naranja, esto consiste en comer durante un día completo solamente agua y naranjas (ya sea en extracto o con todo y pulpa).
Este tratamiento es un tanto agresivo, tiene un efecto laxante fuerte, y necesariamente debe realizarse un día en el cual estemos seguros de que no saldremos de casa.
Otra opción puede ser tomar por nueve mañanas seguidas 1 cucharada de aceite de oliva mezclado con el zumo de una naranja.
5. Problemas digestivos: la naranja regula la secreción de ácido clorhídrico, calmando los dolores de estómago.
6. Arterias: estudios realizados en Estados Unidos han demostrado que la cáscara de la naranja contiene flavonoides, fitoquímico capaz de reducir hasta en un 40% el nivel de colesterol presente en sangre.
Las cáscaras contienen hasta 20 veces más flavonoides que el jugo de este fruto.
Por lo tanto es recomendable consumir directamente la parte interna de la cascara (la parte blanca) o licuarlo en algún jugo.
7. Calambres: la naranja aporta mucho potasio y magnesio ayudándonos así en casos de calambres. Esto puede ser principalmente beneficioso para las mujeres en estado de embarazo.
8. Sistema inmunológico: por su riqueza en vitamina C y su efecto remineralizante la hacen una buena aliada en casos de resfriamientos y catarros. Siendo una excelente opción para aquellas personas con un sistema inmune bajo.
9. Poderoso antioxidante: gracias a la abundancia en vitamina C la naranja retrasa el envejecimiento celular, ayudándonos a reducir las probabilidades de contraer cáncer. Además por este mismo efecto nos rejuvenece.
Es recomendable aplicar el jugo de naranja puro sobre el rostro por la noche y dejar absorber. Lavar al día siguiente con abundante agua.
Nunca se debe exponer el rostro al sol tras haberse aplicado el jugo de naranja ya que se puede manchar.
10. Mantener el peso: la naranja es excelente para la gente que quiere cuidar su peso ya que limpia el organismo, a la vez que lo nutre sin engordar.