Después de un largo de día de diferentes actividades o de trabajo nuestro cuerpo necesita descansar para lograr un perfecto equilibrio físico y mental. Y es un gran remedio para muchas enfermedades en especial del sistema nervioso…
Los grandes beneficios que podemos encontrar al dormir 8 horas diarias son:
- Más salud y mejor calidad de vida: ya que estimula el sistema inmunológico, por lo que tus defensas estarán más altas y serás menos susceptible a padecer alguna enfermedad.
- Nos ayuda a que perdamos peso: dormir menos de ocho horas influye en la posibilidad de aumentar unas libras de más porque al tener carencias de sueño se consumen más productos ricos en grasa, según estudios realizados por especialistas.
- Buena disposición: mejora considerablemente tu estado de ánimo por lo que estarás dispuesta a cooperar en tus actividades diarias y tener más paciencia.
- Belleza: es el secreto para tener una piel sana y joven. Las células se oxigenan al máximo, activan su metabolismo y reparan los músculos.
- Rapidez: el cerebro descansa, se torna ágil y tiene una mayor capacidad de memoria.
- longevidad: Muchos ancianos de más de 100 años han revelado que un común denominador entre ellos es dormir bien y comer más natural. Así ha quedado demostrado que el dormir bien nos ayuda a vivir más años pero más saludables.
Te damos algunos consejos para optimizar tu sueño:
- Un baño con agua tibia ayudará a que te relajes.
- Antes de irte a la cama, evita las pláticas negativas, ver películas de violencia y las lecturas estresantes.
- Procura no beber café, chocolate, alcohol o bebidas estimulantes para el sistema nervioso central.
- Mantén tu habitación en condiciones óptimas para dormir.
- Procura acostarte y levantarte a la misma hora, esto formará un hábito.
- Procura acostarte lo más temprano posible ya que las mejores horas para dormir son las de antes de la media noche. Así que aprovecha esas horas, lo más que puedas.
- Haz una oración antes de dormir, eso dará paz a tu corazón.
Evita lo siguiente:
El desvelo hace que tu cuerpo trabaje más horas, por tanto, aparecen ojeras, ojos inflamados, piel deteriorada, mal humor, ansiedad, estrés y envejecimiento prematuro.
Además serás más propenso a padecer enfermedades como la obesidad, diabetes, cardiopatía y depresión.
